Hace ya casi un año que descubrí el trabajo de los chicos de 300 Pistolas, en una función mágica, durante el Festival de Almagro, me enamoré de ellos. Fue entonces cuando os hablé de esta compañía y de El perro del hortelano, una versión del clásico con la que
divierten al público y también,con la que han logrado varios premios en Festivales de teatro; París,
Garnacha y la mención de honor en Almagro, entre otros.
Ahora, están en Madrid provocando carcajadas los lunes a las 21.30, en Garaje Lumière. Por eso, quiero acercaros este proyecto mágico y el sueño de una pequeña gran compañía 300 Pistolas, entrevistando a su director Álvaro Morte que además es un fantástico actor.
-El
perro del hortelano, una comedia de Lope de Vega muy representada. ¿Qué ofrece
de diferente 300 Pistolas?
Ante todo nos hemos preguntado cómo lo hubiera
representado una compañía pobre de la época.
Nuestra pretensión es en todo momento
divertir, entretener y hacer reír sobre todas las cosas, con lo cual nos hemos
esforzado en ofrecer una visión fresca y desenfadada… Muy desenfadada de este
clásico. Quien venga a ver la función no se encontrará con una representación
encorsetada, sino todo lo contrario. Y además, humildemente pensamos que ¡a Lope
le habría parecido bien –o por lo menos se hubiera echados unas risas con
nosotros-!
- Esta
obra de Lope de Vega tiene cuatro personajes principales pero hay muchos
secundarios como Anarda, Tristán, Ludovico, Dorotea o Ricardo… En la ficha solo
vemos a cuatro actores. ¿Qué pasa con el resto de los personajes?
¡Están ahí! Entre los cuatro actores: Sara
Gómez, Anna Hastings, Esteban Jiménez y yo representamos a casi todos los
personajes de la obra. Cambiamos de personaje vertiginosamente y es un
componente que aporta mucho dinamismo. Además, para nosotros es muy divertido
pasar tan rápidamente de un personaje a otro; ¡es una locura maravillosa!
Esteban Jiménez, Sara Gómez, Álvaro Morte y Anna Hastings
El perro del hortelano 300 Pistolas
- Con
la actual crisis del teatro… ¿Cómo surge la idea de plantear una versión de un
clásico como este? Ya es difícil acercar público al teatro como para llevar un
clásico que parece reservado a un público muy determinado…
Una de nuestras intenciones es precisamente
romper con esa idea. Creemos que los clásicos los puede disfrutar público de
cualquier edad. ¡Son clásicos!: deben ser universales y accesibles. En Londres
o Nueva York, la cartelera teatral está repleta de clásicos; obras de
Shakespeare inundan no sólo grandes teatros, sino salas alternativas, parques,
plazas… Familias enteras disfrutan de una representación de “Cuento de
Invierno” haciendo un picnic en Hyde Park… Ojalá eso ocurriera aquí. Nuestros
clásicos son admirados en el extranjero, pero aquí todavía producen cierto
rechazo. Lo bueno es que, de un tiempo a esta parte, parece que empieza a haber
cierto acercamiento a este tipo de teatro. Hay compañías haciendo trabajos muy
interesantes. Y salas como Garaje Lumière o Nave 73 están abriendo sus puertas
a los clásicos, cosa difícil hasta hoy en el circuito alternativo madrileño.
- ¿Por
qué “300 Pistolas”? ¿Qué significa para ti la Compañía?
Queríamos buscar un nombre para la compañía
que cuadrara con el espíritu. Casualmente, Blanca Clemente, la otra mitad de
300 Pistolas, estaba leyendo Los Tres Mosqueteros, de Alejandro Dumas y me
mostró un fragmento del libro en el que el Señor de Treville –jefe de los
mosqueteros- pregunta a D`Artagnan sobre una peligrosa aventura a la que debe
enfrentarse:
-¡Adiós, y buen viaje! A propósito –dijo el señor de Tréville llamándole-.
D’Artagnan volvió sobre sus pasos.
-¿Tenéis dinero?
D’Artagnan hizo sonar la bolsa que tenía en su bolsillo.
-¿Bastante? –preguntó el señor de Tréville-.
-Trescientas pistolas.
-Está bien, con eso se va al fin del mundo; id pues.
Y como nosotros también queremos llegar al fin
del mundo… ¡Pues nos pareció que era el nombre perfecto!
Para nosotros, 300 Pistolas es el proyecto de
nuestra vida. Todo lo hacemos con nuestras propias manos, desde la escenografía
y el vestuario hasta el diseño de las invitaciones o la web y sin ningún tipo
de ayuda o subvención. Hemos tenido que aprender a hacer todas estas cosas y
muchas más a base de muchísimo esfuerzo. Pero hacer el teatro que nos gusta,
sin prejuicios y con la gente que quieres es impagable.
- Está
claro que no se trata de un clásico al uso, ¿Crees que puede despertar las críticas de los puristas?
No creo que exista “una” forma correcta de
hacer teatro, sea clásico o del tipo que sea. Les diría a los puristas que
pasaran por festivales como Shakespeare in the Park, en Nueva York para que
vieran la extensa y variada oferta de propuestas de clásicos y cómo todo el
público disfruta con ellos. Me daría mucha pena que alguien pensase que estoy
burlándome de Lope - en este caso-.
Esteban Jiménez y Álvaro Morte
El perro del hortelano de 300 Pistolas
-Visto
el vídeo promocional que tenéis subido a youtube, dinos la verdad ¿Quién se lo
pasa mejor el público o vosotros?
¡Pues ahí-ahí! Jajaja. Debo confesar que
todavía hay muchos momentos de la función en los que nos cuesta horrores no
reírnos. Nos lo hemos pasado tan bien en los ensayos que se refleja en la
función y el público lo percibe. Al terminar las representaciones, que el público
siempre sonría y se va de mejor humor… Eso no tiene precio.
Vídeo promocional
-Algo
que llama la atención en las fotos y el vídeo es la estética de la escenografía
y el vestuario. Háblanos sobre ello, ¿Es un sello de la compañía?
Con la estética de la función queríamos
reflejar muchas cosas: el mundo de los artistas ambulantes, de los cómicos de
la legua, los feriantes que iban de pueblo en pueblo… Procuramos imaginar qué
hubieran llevado en su vieja caravana: un telón a rayas, una guirnalda de luces
de colores, algún farolillo y un baúl lleno de ropas raídas y sombreros
polvorientos. El resultado es muy sencillo, pero nos encanta, es muy mágico. En
nuestra siguiente producción –ambientada en los años 20-, hemos vuelto a
homenajear al mundo de los actores y compañías ambulantes por lo que, de
momento, podríamos decir que sí, que “todo cuadra” Jajaja
-Habéis
cosechado ya varios premios con esta obra, ¿Qué porcentaje de importancia le
das a estos reconocimientos?
Desde luego hacen mucha ilusión –¡a nosotros
nos vuelven locos! Jajaja- Te ayudan a seguir trabajando con más ganas si cabe.
Pero tampoco te abren las puertas de todos los teatros ni te llenan el patio de
butacas. Eso sigue siendo una labor ardua de cada día.
Álvaro Morte en El Perro del Hortelano
300 Pistolas
-¿Qué
ha sido lo más mágico y especial que habéis vivido gracias a El perro del
hortelano?
¡Ha habido muchos! Recibir la Mención Especial
en Almagro, viajar con la compañía a París, los mensajes de adolescentes que
están encantados de haber descubierto el teatro con nosotros…
Pero para mí, el más mágico fue el Certamen
Nacional de Teatro Garnacha, en Haro. Ya nos pareció un regalo el estar
seleccionados. Pero cuando dieron los premios a los Mejores Actores y fueron
para Sara Gómez, Anna Hastings y Esteban Jiménez, ¡casi me da un infarto de
alegría! Salí a recogerlos y casi no podía ni hablar de la emoción. Días
después me preguntaban –“¿Y a ti no te lo dieron?”- Pues no… Nadie podía
entender que me hiciera muchísima más ilusión que ellos se llevaran el premio.
¡Fue perfecto! Para mí el premio es que hayan confiado en 300 Pistolas desde el
principio. Estamos orgullosísimos de nuestros pistoleros. Su disposición,
generosidad y talento hacen que todo esto merezca la pena. Y no quiero olvidar
a José Mora, nuestro iluminador y compositor, que se raspa todos los montajes
con nosotros y hace que todo sea más fácil.
-Convence
tú mismo y en dos líneas al público que está leyendo esta entrevista a ver El
perro del hortelano.
¡Si después de esta entrevista hay alguien que
no quiera venir ya no sé qué hacer! Jajaja…
¡Os esperamos a todos con los brazos abiertos
y unas ganas locas de haceros reír!
...