Reflexiones mañaneras - Pena, por Agustin Jara (@agustinjarben)

 

 

Todos los días escojo una canción con la que saludar a los "amigos" que tengo en Facebook y a casi  todos los que por allí puedan asomarse. Hoy, como cada año por estas fechas, la elección ha sido la versión en español, cantada por el propio autor, de la canción que Georges Brassens escribió como un regalo para todos aquellos que nos vivimos fuera del rebaño, especialmente cuando "lo que toca" son desfiles, afirmaciones de raza, nacionalidad o una lengua que no respeta a las otras ni mucho menos los acentos, todos bellísimos, con la que la hablan y cuidan -más que nosotros- lejos de las ciudades o al otro lado del mar. Y es así, porque no me gustan las uniformidades y, mucho menso, cuando lo que persiguen es castrar lo que enriquece. Tampoco me gusta la grandilocuencia con que los de siempre hablan de las gestas y los sacrificios de los de siempre, que, claro está, son los otros, los que apenas pueden hablar y sólo ponen el trabajo, el sacrificio y el sufrimiento.

No me gusta que se hable de América como una hija, porque a los hijos no se les espolia, no se les quita la libertad y la riqueza, a cambio sólo, y es mucho, de una lengua y unos santos. Y no me consuela pensar que, si Colón no hubiese sido el primero en llegar al mando de una expedición  española, hace ya más de custro siglos, a aquellas islas, otros lo hubiesen pisado antes o después aquellas u otras playas.

No me gusta ese sentido que se la da a la fiesta de hoy, porque ni siquiera quienes consiguieron la independencia de la américa españolizada en el XIX tenían algo que ver con los primeros espoliados de aquellas tierras, porque eran más bien los hijos de los hijos de los españoles que se las robaron a quienes las habitaban. Y no hay más que mirar cualquiera de los países en que derivaron las colonias para ver que en ellos sigue habiendo pudientes y humildes, cuyas pieles tienen colores muy distintos.

Tampoco, como a Brassens, me gustan los desfiles ni la música  que sirve para marcar el paso de la tropa. Y, que conste, no quiero decir con ello que esté en contra de los ejércitos, imprescindibles para tantas cosas. Estoy en contra de lo que tiene el desfile de exhibición y de lo que el "orden cerrado" en que se basan significa de entrenamiento, casi canino, de obediencia ciega, de hipnosis, para que, al final, cada soldado responda sin plantearse si  las órdenes son justas o siquiera razonables. No, no me gustan los desfiles ni el derroche que los rodea, porque todo lo que se gasta en ellos, por inútiles, está de más.

Y, sobre todo,  no me gusta que se exhiba la representación del único sector de la Administración del Estado que, no sólo no ha sufrido recortes, sino que por el contrario, se ha visto aumentado, mientras nos cuentan que no hay para sanidad, educación, cultura, asistencia social o pensiones. No creo que haya habido mucha gente presenciando ese desfile, aunque con "los de siempre", las novias y los novios de quienes desfilan, sus madres, hermanos y algún que otro amigo, habría para cubrir el recorrido. Desde luego, quien nunca estaría en éste ni en ningún otro desfile seré yo, porque "con la música militar yo me quedo en la cama igual" y porque, sinceramente, creo que no hay nada que celebrar.

 

 

 

Sala de la jornada (Foto: Miguel Ángel Moreno)

La radio y su futuro en la era digital fueron puestas a debate un día antes de la conmemoración del Día Mundial de la Radio en unas mesas redondas organizadas por la Asociación de Radio Digital española en la Universidad Carlos III de Madrid, en las que representantes de radios musicales y de nuevas emisoras digitales compartieron sus puntos de vista sobre el futuro de este medio.

Oyentes, audiencias, fidelidad, discjockeys, pero también aplicaciones, interactividad y mundo digital fueron algunos de los conceptos que salieron a la palestra en las dos mesas, una sobre nuevos modelos en radio musical y la otra sobre radio online. En ambas, la intención de no perder la confianza y consolidar a los 'escuchantes' de la radio, un medio que es "el más afín a Internet", según comentó el consultor Raúl Domingo en la primera ponencia.

La radio musical en busca de recuperar su papel de prescriptor

La primera mesa, moderada por Nacho Gallego (profesor UC3M), contaba con Jordi Finazzi (Prisa Radio), Javier Llano (Cadena 100) y el ya citado Raúl Domingo para debatir sobre un panorama de radios musicales en lucha por recuperar su papel de prescriptores musicales y preocupadas porque la recuperación de oyentes y el crecimiento en audiencia no está aminorando la pérdida de ingresos, según explicaba Finazzi.

Primera mesa de debate (Foto: mam)

En una radio musical que cambió "radicalmente" para Llano desde que Kiss FM impuso las encuestas a los oyentes como método para hallar las canciones más aceptadas, el principal cambio debe estar en el futuro en la recuperación de la figura del discjockey, así como reconoció que la radio actual ha abandonado las referencias locales para atender a un oyente con gustos más globales.

"A nadie le interesa ya lo local, ya me dan igual que los conciertos de mi pueblo", aseguraba el director de Cadena 100, que apostó por una radio "más profesionalizada" en el que los presentadores intervienen menos en los bloques musicales pero aportan mayor información, que sea más atractiva, algo en lo que coincidió Finazzi, para quien está probado que lo que mejor funciona en la emisora musical son los programas elaborados, como Yu (40 Principales), más que la música 'enlatada'.

Sin embargo, la radio musical tiene que tener presente, según Domingo, que más allá de su difusión, también es un medio capaz de "implicar a los públicos y crear comunidades", en lo que Internet destaca como el principal aliado de las radios. Finazzi comentó los proyectos de Prisa Radio a este respecto, entre los que destacan el sistema de crowdfunding musical My Major Company, que pretende obtener microfinanciación para nuevos artistas de entre los oyentes y usuarios.

Los tres ponentes coincidieron en el problema de los derechos de reproducción de la música como el principal escollo para el desarrollo de la radio musical en Internet. Según precisó Finazzi, este concepto supone hoy en día un 5% del presupuesto de una emisora hertziana, coste que pasa al 20% en los servicios de webcasting (programas a la carta) y llega al 60% en el streaming (servicios tipo Spotify), lo que pone en un serio problema a los nuevos emprendimientos en la Red.

Creatividad como clave en la radio online

En la discusión sobre radios digitales estuvieron Ignacio Solera (IVOOX) Zeben Díaz (OID Radio), Fran Sánchez (Expressa Radio) y Nicolas Moulard, en una mesa moderada por José María García Lastra (Tecnología 2.0 y vicepresidente de AERO).

Segunda mesa (Foto: mam)

Desde un portal de podcasting reconocido en España como Ivoox, pasando por una incipiente empresa de contenidos radiofónicos específicos para empresas como Expressa, o una plataforma radiofónica para una organización en favor de la discapacidad como OID Radio, los asistentes pudimos descubrir interesantes iniciativas y reflexiones sobre la radio digital, que apunta cada vez más a públicos más específicos, con grupos de interés muy marcados, como explicaba Fran Sáncehz.

"Nuestro modelo de negocio es que las empresas patrocinen las emisoras, formadas con profesionales y proyectadas como un servicio para la empresa, que paga mensualmente", explicó Sánchez, que aseguró que en casos como la emisora creada para el Estudiantes de baloncesto, EstuRadio, han conseguido picos de 10.000 oyentes simultáneos.

Díaz definió OID Radio como una emisora "dirigida al mundo de los discapacitados y con un mensajes de salud, muy específico", absolutamente profesional y solo lastrada por una de los principales problemas destacados por todos los ponentes: la deficiente cobertura de las redes 3G en España, lo que dificulta mucho a las emisoras online.

Por su parte, Solera ofreció datos verdaderamente interesantes sobre Ivoox, destacando la simbiosis entre audios subidos por emisoras convencionales y profesionales, y programas enviados por aficionados y oyentes, en un equilibrio del 50% cada uno. Todo esto en una plataforma que suma más de 100.000 descargas diarias y 14 millones de audios escuchados al mes.

La integración en la Red pasa para todos por la llegada rápida a los smartphones, hasta el punto de que, según Sánchez, ninguna de las radios personalizadas de Expressa se pone en marcha ya "sin tener listas las aplicaciones de Apple y Android", aunque durante las preguntas también se destacó la falta de desarrollo de las aplicaciones sociales en radios convencionales, y todavía se plantean muchos desafíos a la hora de fidelizar la escucha y conseguir el feedback de los oyentes en formato radio, ya que con las redes sociales la interactividad textual está servida.

Con estos debates y muchos más que quedaron sobre la mesa concluyeron estas jornadas radiofónicas en la Universidad Carlos III de Madrid, en las que la vigencia de la radio quedó patente en un contexto de crisis que, pese a todo, no ahoga los nuevos proyectos y las iniciativas ilusionantes.

Hasta la vista, ciberespacio radiofónico.

Esta entrada es parte del blog de Miguel Ángel Moreno
http://lapalabraeslacasadelser.blogspot.com