Periodismo de paz; aciertos y errores de Brave Readers, por Josune Murgoitio (@josmurgui)

Hemos decidido escribir este post sobre aciertos y errores del tratamiento informativo que en Brave Readers se ha dado a todos los post publicados, en un ejercicio de reflexión y autocrítica para la mejora de futuras publicaciones, con la intención de anunciar la consolidación de una perspectiva que veníamos tratando, más como intuíamos que sabíamos: el periodismo de paz.

Hacía tiempo que buscábamos nuestro sitio en el periodismo (en términos de tratamiento informativo, financiación es algo que afrontaremos en el futuro), no nos gustaba lo que veíamos, ni lo que leíamos, hablando en términos muy generales, existen periodistas que lo hacen realmente muy bien. Sin embargo, teníamos una sensación cada vez más pronunciada de violencia. Leíamos informaciones sobre Israel-Palestina y sentíamos violencia, polarización del conflicto, un versus entre “nosotros y vosotros”. Leíamos sobre Euskadi y sentíamos violencia. Leemos sobre la crisis económica y sentimos violencia. Leemos sobre la mujer kurda y sentimos que se defiende su liberalización desde la perspectiva de la violencia, lo cual, opinamos la esclaviza más.

Llegó un email sobre la convocatoria de un curso de periodismo de paz en Bilbao. Nos llamó la atención. Hacía tiempo decidimos trabajar en el proceso de paz primero en Euskadi y luego en Turquía. Algunas cosas coindicían, sobre todo, respecto de los efectos invisibles de la violencia, y algunas cosas de violencia estructural, pero no en la asimilación de Arnaldo Otegi y Öcalan, creemos que esa asimilación lleva a manipulación y se hace con ese fin. Decidimos acudir al curso. En el curso aprendimos (ya lo habíamos estudiado de forma parcial) excesivamente rápido, teoría de conflicto, resolución de conflictos y periodismo de paz. Me gustó lo que leí de que el periodismo de investigación investiga solo al gobierno, el periodismo de paz investiga a todas las partes. En la vida existen muchos conflictos, desde la paz, eso no se niega, pero sí se admite la necesidad de un análisis, comprensión del mismo, desde todas las partes (diferenciando partes, que suelen ser más de dos, más allá del periodismo de guerra, posiciones, intereses…) para una resolución pacífica y creativa.

El periodismo de paz consiste en informar también sobre la violencia, pero incluyendo un elemento fundamental a la hora de abordar el conflicto: la paz. Es decir, informa sobre la confrontación, causas del conflicto, las personas que lo sufren y la búsqueda de soluciones.

Como bien señala el documento “El periodismo de paz como paradigma de comunicación para el cambio social: características, dimensiones y obstáculos” elaborado por Eva Espinar y Maria Isabel Hernández, “los actos de violencia se convierten en acontecimientos noticiables en sí mismos y al tratar el tema de la violencia los medios siempre obvian un factor, la paz”.

periodismo de guerra según Johan Galtung

Periodismo de guerra, según el sociólogo Johan Galtung. /Fuente: Twitter

Las características básicas del periodismo de guerra serían, según Johan Galtung, “orientación hacia la guerra y la violencia, clara confusión entre violencia y conflicto, propaganda, fundamentaicón en la opinión de las élites, perspectiva de un bando pierde y el otro gana”. Las características básicas del periodismo de paz serían “orientación hacia la paz/conflicto, a la verdad (exponer aquí las mentiras de todas las partes), a la sociedad civil y hacia la solución”.

Errores que hemos cometido

Admitimos que no hemos informado en la totalidad del conflicto vasco, nos hemos centrado en la invisibilidad de una parte de la sociedad vasca, para nosotros un buen número de víctimas no victimizadas, las que aquí encuentran un lugar al que acudir, si así lo quieren. Sin embargo, a pesar de pensar que hemos hecho bien publicando esas impresiones, intuiciones, informaciones… hemos descuidado la otra cara. Ha sido simplemente por la incapacidad que teníamos de empatizar con las personas que han apoyado y no criticado la violencia de ETA. Rectificamos en este sentido. Vamos a dejar de un lado las emociones personales para intentar cubrir el conflicto en su totalidad, ofrecer una visión holística de qué ha ocurrido, por qué ha ocurrido, tratar los efectos invisibles, y cubrir también  la violencia estructural como la tortura o la situación en la que ha estado el euskera. Lo haremos cubriendo todas las partes, o al menos lo intentaremos.

Admitimos nuestro error en el tratamiento informativo del conflicto kurdo en Turquía. En más de una ocasión hemos publicado la necesidad de que el Gobierno turco reaccione ante la posibilidad última de que el PKK acuda a las armas para alcanzar sus objetivos. En este sentido hemos fallado. No nos dimos cuenta de que las amenazas entran dentro del ciclo del conflicto. Sí creemos que hemos hecho bien en trabajar sobre las relaciones sociales entre población turca y kurda, ahondar en la violencia cultural y estructural. Sin embargo, hemos dado poca importancia o no la que requería a la mujer kurda, rectificamos en este sentido y anunciamos que trabajaremos con más enfoque en ella. De hecho en la planificación de contenidos, hemos reservado un ciclo temático para ella.

Admitimos  también ser unos principiantes en esta rama del periodismo y cultura de la paz, tenemos muchísimo que aprender, prometemos hacerlo lo mejor posible: con ilusión, autocrítica y valentía. Nos entra un poco de desazón por la irrealidad del periodismo de paz en los medios de comunicación en España, no parece que tenga una  aplicación muy práctica más allá del mundo académico de investigación de la paz y existen muchos obstáculos para su desarrollo, creemos.

Comenzaremos a trabajar en ciclos temáticos, sobre los conceptos que se nombran en el apartado de derechos humanos. En esos ciclos temáticos intentaremos ofrecer una visión holística. En los últimos cambios reestructuramos la web, el contenido personal ha disminuido y se encauzará en esta sección o en viajes, según contenido que se trate.

Nos gustaría mucho que nos acompañaras, comentaras, sugirieras, y criticaras también. Nos gustaría que formaras parte de Brave Readers.

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