La Unión Monetaria se descompone, por Ernesto Carratalá

Cuando se están escribiendo estas líneas, me acaban de llegar unos datos, facilitados por un amigo de Atenas, de una encuesta en la cual se asegura que en torno al 6% de los griegos están utilizando, de nuevo, el dracma para hacer sus transacciones monetarias. La moneda helena, que había sido guardada celosamente en muchas familias, vuelve a ser aceptada en los establecimientos comerciales, incluso en bancos. Grecia da por segura su salida del euro.

Mientras el mercado negro avanza a pasos agigantados en Grecia, todo parece indicar la evidencia de un apoyo electoral mayoritario ante una hipotética repetición de las elecciones parlamentarias a Alexis Tsipras, el líder del movimiento radical de izquierdas contrario a los ajustes impuestos por Bruselas. Así pues, el divorcio es evidente.

Lo que pase en Grecia a partir de ese momento, es algo todavía difícil de evaluar. Y en torno a las consecuencias para la UE, sobre todo a la llamada “periferia”, Italia y España, tampoco se sabe muy bien lo que va a pasar. Pero el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, acaba de dar algunas pistas de lo que puede llegar a suceder y, la verdad, sus previsiones nos pone los pelos de punta.

Krugman asegura que Italia y España, en la peor de las hipótesis posibles, quedarán atrapados en una crisis financiera similar a la de Argentina de principios de siglo. El llamado “corralito” supondrá la limitación de disposiciones bancarias por mucho saldo a nuestro favor que tengamos. Y simplemente porque a los bancos se les acabará la liquidez.

El BBVA avisa que estamos ante una situación peor que la inmediatamente posterior a la de la quiebra de Lehman Brothers. Al borde del precipicio, mientras que no parece que nadie sea capaz de encontrar una solución. La reforma del sistema financiero de Rajoy, la segunda, por cierto en cuatro meses, es insuficiente y así lo han dicho los mercados este lunes.

Estamos, sin lugar a dudas, ante el principio del fin del sueño europeo. Las consecuencias que en el plano político, y en las relaciones internacionales tenga esta caída en picado tardaremos mucho tiempo en conocerlas.

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