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Joe Bataan con su orquesta |
De padre filipino y madre afroamericana, el pianista bebía sin problemas de los sonidos bilingües de Joe Cuba, de los arreglos enérgicos -¡y los trombones!- de Eddie Palmieri y de esa aproximación melosa al soul que hacían algunas estrellas de Motown Records, como es el caso de Smokey Robinson. Él no hablaba español, pero el resto de su banda sí, y el haber vivido en esas aceras hispanas le garantizó una transfusión de elementos caribeños que nunca dejó de plasmar en sus producciones musicales.
Gracias a Gypsy Woman, Joe estaba contento, muy contento por el reconocimiento que estaba obteniendo como artista, y gracias a ese ambiente tan particular del que hablábamos arriba decidió que era hora de profundizar en las sonoridades que más le gustaban (el soul, el rhythm & blues y la salsa) y, a finales de 1967, volvía a entrar en el estudio de sonido para hacer en una sola sesión un nuevo disco cargado de boogaloos que superaría en ventas al primero. Un disco que ha sido escogido recientemente por el semanario neoyorkino The Village Voice para integrar la lista de las 50 grabaciones más auténticamente neoyorquinas: Subway Joe.
En este álbum, registrado en el Impact Sound Studio, participan Bataan, en el piano y cantando en inglés, Joe chickie Fuentes (que además estuvo ligado por años a la Orquesta Flamboyán de Frankie Dante) y Rubén Hernández en los trombones, Eddie Nater en los timbales, Louie Devis en el bajo, Richie Cortés en la campaña, Lorenzo chino Galán en las congas y Milton Albino en los bongós. En los coros cantaron en armonía Richie, Louie González y Michael Padilla. La producción estuvo a cargo de Jerry Masucci y la dirección de la grabación en manos de Johnny Pacheco, que por esos años se encargaba personalmente de supervisar todas las sesiones de Fania.
Poco antes de su producción, la banda de Joe, The Latin Swingers, sufría una pérdida importante. Joe Pagán, vocalista promesa con una fuerte presencia en los escenarios, moría súbitamente por una enfermedad. Es por eso que en Subway Joe canta en español Tito Ramos, que venía de la banda de Johnny Colón. Ramos, que como cantante tenía ciertas limitaciones a la hora de improvisar, pudo llenar mientras tanto el vacío dejado por Pagán, pero solo estuvo con la agrupación unos meses, pues posteriormente decidió separarse para formar con su primo Tito Rojas el grupo TNT.
Just to find me some Chinese food
And as I suddenly looked up and what did I see?
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En 1967, cuando era una estrella emergente |
There was a sturdy girl in shorts looking good
She said: Mr. why don't you get up and let me seat down?
Can't you see I've been working all day?
My back is aching and my feet all defeat
And I'm afraid I'm gonna need your seat
I said: listen little girl you show despite
Why don't you stop trying eat up my mind?
And then she spanked on my head, kick me on my knees
Twisted my hair and makes me feel
As the train started moving swiftly down the track
I started founding the bruising she made on my back
As I reached down and picked up my hat from the floor
I started looking at my brand new suit she had tore
I said: sister why don't you get up and let me sit down
Can't you see I'd tried to fooling around?
My back is aching and my back feels crack
And I'm afraid I'm gonna have to take my seat back
She said: listen little boy you show what you talked
But I'm afraid I'm gonna have to got all your blood
And then she spanked on my head, kick me on my knees
Twisted my hair and makes me feel
Juanito, un guaguancó; Mujer mía, un bolero-cha con un piano que intenta destacar aunque muestre todavía ciertas limitaciones interpretativas, y Nuevo jala jala, un ídem ídem (con un solo de trombón de chickie que no defrauda en lo absoluto), son el acercamiento de Joe a las escenas del Harlem latino y rezuman esa mezcla de giros cubanos con acentos propios de la ciudad. Aquí hay bastante que deberle a Joe Cuba, y mucho más aún a otros pioneros de la salsa pues los arreglos concebidos para el departamento de trombones le deben mucho a Mon Rivera y, de nuevo, a Palmieri. Pero su banda era todavía muy nueva y no tenía ningún problema en hacer visibles sus fuentes de inspiración.
Arrebato que no podía faltar además para expresarse, de nuevo, en términos amorosos, como es el caso de Special Girl, un boogaloo que corrió con mucha suerte en las emisoras de radio de la metrópolis gracias a las buenas intenciones del DJ Polito Vega -y su excelente relación con Fania Records-
Do the push
Do the pushy pushy
And I know that is love
And I know that is love

Cierra otro boogaloo, Magic Rose, con acordes similares a Subway Joe, dedicado a otra chica ideal y escenificado probablemente en Central Park, vecino del Harlem hispano.
Subway Joe fue una producción que, a desdén de Pacheco -que siempre fue reacio a mezclar lo latino con lo anglo-, reafirmó la apuesta que había hecho Masucci: acoplarse a la moda musical del momento para tratar de sacar tanto o más réditos que Tico y Cotique, sus principales competidoras. El disco se vendió bien e hizo que The Latin Swingers obtuviese el premio a la Mejor Orquesta del Año de una revista local de farándula. Es un álbum de boogaloos, como decíamos arriba, pero con una diferencia que sería sello de la casa de Bataan: las letras tendrían una narrativa mejor urdida y no serían simples llamados al bonche y a la juerga. En todos sus trabajos se muestran las esencias del barrio y parte de su cotidianidad está presente en todas sus historias, un guiño inteligente que le permitió conectar con las audiencias juveniles. O como escribió el crítico de The Village Voice, un set de ocho canciones tan sólido, con historias de la vida del gueto tan finamente encajadas, y a la vez, tan fieramente bailables, que permitió a Bataan labrarse un sólido lugar en la historia y convertirse en uno de los estandartes de Nueva York.
Como los números seguían en ascenso y la fama no se quedaba atrás, a los pocos meses volvía Joe a meterse en un estudio para grabar el que parece ser su disco más destacado: Riot!, registrado también en una sola sesión con una poderosa descarga interpretativa. Y mucha libertad. Hay una sola excepción aquí y es Ordinary Love, que fue interpretada con una agrupación de cuerdas con un fuerte acento R&B.
Riot!, publicado pocos meses después de Subway Joe, nos muestra al mejor Bataan de esos años, más decidido que nunca a mixturar diferentes sonidos y sensaciones, con menos complejos e inhibiciones. El se sentía on fire y no pensaba salirse de esa estela de éxito por la que estaba transitando.Al momento de producirse, la banda había sufrido pocas modificaciones: Ralph Iguartía aparece en los coros y Ramos sale del puesto de vocalista para darle paso a Louie González quien, sin ser una lumbrera de la interpretación, a menos sabía sonear adecuadamente.
Riot!, que hacía uso de esa imagen violenta marcada por las protestas que estaban sucediendo ese año en Estados Unidos (contra la guerra en Vietnam, por los derechos civiles y, sobre todo, para protestar el asesinato de Martin Luther King), sin olvidar al Mayo Francés, buscó notoriedad a través del título -y una sugestiva carátula con fotografía de Leon Gast-, aunque el mensaje de varias de sus canciones fuese totalmente distinto.
El disco comienza con un cover de Smokey Robinson, It's a Good Feeling, que había grabado el año anterior con The Miracles. Bataan decide confiar en el arreglo original, pero supo hacerle modificaciones para entremezclar ritmos de rock con son y luego con rumba en 6/8. El resultado es una mezcolanza muy potente y atractiva. Como escribió él en la contratapa del álbum: Riot es una canción de alegría y buenos sentimientos, expresados a través de la música y no mediante la violencia. Los tiros iban por ahí
When you're down and ought to know
That someone's standing back
Say baby give it up and try again
you could make it if you try
Someone to encourage you
When you let you turn around
To take your hand and understand
That when it's up it's up
and when it's down it's down
To know your baby's love is true
That's the feeling i've got for you
It's a good good feeling
That I feel inside
It's a good good feeling
Much too good to hide
When you're far away from someone
And you're feeling lonely
To know that person's feelings
Is just as lonely for you only
You know your lonely is out of share
but someone you have done
You've got to share everything
'Cause what's yours is theirs
what's theirs is yours
Little things are meaning a lot
For you is the feeling that I've got
It's a good good feeling
that I feel inside
It's a good good feeling
Much too good to hide
When your problems get solved
There's no way that you can't see
I hope that I can do it for you
Just the way I would be done it for me
I rescue you from whatever
Put the tear in your eyes
'Cause anything I'd ask for you
What you can to do?
What you can to try?
I want you to know my love is true
And that's the feeling I've got for you
It's a good good feeling
that I feel inside
It's a good good feeling
Much too good to hide
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Bataan Nitollano |
La balada de amor con fragancia a doo-wop, For Your Love, cambia el tempo del disco a un paso bastante más lento. Pero es solo una isla: los dos temas siguientes, Muñeca y Pa'l Monte, van directos a una especie de salsa palmeriana donde se copian varios arreglos en los trombones ya interpretados por los muchachos de Eddie Palmieri pocos años atrás, como para no dejar dudas de cuáles eran las referencias favoritas de la banda. La primera es un montuno de principio a fin (como el Vámonos pa'l monte grabado por Eddie tres años después), con la más que efectiva participación de los metales -aunque se parezcan tanto al estilo de Barry Rogers, pero eso era así porque al final todos querían tocar como él- y una sección rítmica que sale con cierta soltura del trance de los breaks, algunos de ellos de larga duración.

Everything's ordinary on my block
And I don't own an elegant home
'Cause I don't have thousands to spend
Or a seaside cottage for the weekend
I'm just an ordinary guy you left behind
Ordinary guy you left behind
Exclusive nightclubs are out of style with me
'Cause I don't associate with high society
I don't hang around playboy millionaires
I'm just an ordinary guy you left behind
Ordinary guy you left behind
Subways take me downtown
My apartment is my home
I spend the weekends with friends
Otherwise I'm alone
Walk hard
Pay me no mind
You're ashamed of me
You girl
Walk hard passing by
Don't you know that I'm not the guy
Moving non-stop
You can't see beyond my block
I'm never gonna let you go, girl
Never gonna let you go
Need love so badly
Estos dos álbumes tienen algunas deficiencias, sobre todo cuando uno se fija en la calidad interpretativa de los muchachos. El sonido es abrasivo, urbano y urgente, con swing pero carente, a veces, de profundidad en sus texturas sonoras. Por supuesto, no hay que olvidar que la banda estaba conformada por gente con mucha ilusión, mucha juventud pero pocos estudios formales. En palabras de Bataan: debes comprender que todo esto fue un sueño hecho realidad. No haber recibido nunca una lección de música y poder crear todo lo que hicimos es casi un milagro. Estuvimos en el tope de la fama -we were on fire- durante unos tres años.
La prueba es que estos dos LPs llevan cuarenta y tantos años sobre sus espaldas y siguen vigentes. El reciente redescubrimiento de esas sonoridades mestizas, por parte de críticos y músicos contemporáneos, los han hecho sonar una vez más. Pero hacía ya tiempo que se habían convertido en una referencia importante para los anales de la música latina.
Si no los conocían, los invito a descubrirlos.