Me encanta observar cómo se toca el pelo… Cómo, suavemente, lo coloca detrás de la oreja, esa tan pequeñita que tiene. Me gusta también cómo farfulla un inglés incomprensible cada vez que suena su canción favorita y ese movimiento de cabeza, de un lado para otro, con el que la acompaña. Y esa chaqueta vaquera desgastada, muy de los 80. Son sólo 20 minutos los que compartimos en el metro, desde Ciudad Lineal hasta Gran Vía, los suficientes para saber que la quiero. Mañana me atreveré, por fin, a darle los “Buenos días” cuando nos encontremos en la estación.
Artículos relacionados

¡Mis hijos se fueron!, por @MilagroMendoza
Para otras, es la mejor etapa. Nuevos proyectos, más tiempo con la pareja, metas que alcanzar, retos que afrontar. La sexualidad se redescubre.
El síndrome del nido vacío, ocurre cuando los hijos están próximos a marcharse o lo han hecho. La mujer descubre que la vida no gira en torno a ella. No es indispensable. Los sentimientos de inutilidad, angustia, y soledad aparecen. Ella dejo de vivir para si, existiendo para los demás. Las actividades que se disfrutaban en el pasado, ya no se realizan.
Aparece en el entorno, expresiones como doña, doñita, o vieja. El temor a la incapacidad, y el ser una carga para su familia se apodera de su mente.
El reencontrarse con su potencial, lograr metas, disfrutar del tiempo con su pareja, para viajar, aprender y compenetrarse es el camino de la consolidación matrimonial y realización personal.
El abrirnos a nuevas experiencias, adaptarnos a la realidad, y reprogramar nuestras metas nos lleva a reconocer que a partir de los 50, la vida continua, con una visión más serena y sabia. Aceptando la belleza y el valor propio, el nido vacío se convierte en la altura para volar más alto. .
Autora: Licda. Milagro Mendoza Twitter:@MilagroMendoza email: psi-milagromendoza@hotmail.com

Loewe y el undeground, por Gabriel Merino
Hace tiempo escribí sobre Patti Smith y Mapplethorpe. Finales de los sesenta, principios de los ... ...

Ojeando 2013: sábado y patio lleno de emociones, por Silvia Tinoco (@DunaLoves)
Sábado en la explanada del campamento de Ojén, segunda jornada del Ojeando. A las 9 de la mañana la tienda de campaña es ya un invernadero, claro que se te olvida todo cuando vas a los vestuarios y te reciben ...