Clases de Europeísmo, por Emilio Fuentes Romero (@efurom1)

Hasta hace poco yo creía que, en asuntos europeos, uno solo se podía ser europeísta  o euroescéptico. Sin embargo, últimamente estoy descubriendo otras formas de ser europeísta: Uno puede ser europeísta convencido, beato, barato, antieuropeo, poco europeizado....

                                Gianfranco Pasquino (Imagen; OPN)

*Europeista convencido: Así describe Joan Faus al politólogo Gianfranco Pasquino:  "...discípulo de Sartori y convencido europeísta...", que como más adelante aclara, sería aquel que sigue la siguiente máxima:  "no preguntes lo que Europa puede hacer por ti sino qué puedes hacer tú por Europa..."   

Ahora bien, como no es lo mismo decir "es un alto funcionario" que "es un funcionario alto", no sé si Philip Lahm quiere decir exactamente lo mismo cuando afirma: "Los futbolistas somos europeístas convencidos". Y para, nunca mejor dicho, rematar: "Quiero dedicarme personalmente a robustecer la idea europea con la fuerza del fútbol". 🙂 

                                          Luis Simón (EFE/eldiario.es)

* Europeísmo beato : Sería el equivalente a decir 'Sí, bwana", a todo lo que viene de Europa. Para Luis Simón, director del Instituto Elcano en Bruselas, es consecuencia del orteguiano "España es el problema, Europa la solución". Este planteamiento, válido para la España predemocrática y atrasada durante buena parte del siglo XX, hoy ya no tiene vigencia: España es un país democrático que ha pasado de ser receptor  a emisor de fondos europeos y debe pasar de  esa mirada bobalicona hacia Europa a una actitud crítica y proactiva y defender sin complejos su visión de Europa.

                                       Giuseppe Conte (EFE)

* Europeísmo barato : Para Giuseppe Conte, primer ministro de Italia, su país está siendo tildado de haber pasado en poco tiempo de ser uno de los más europeístas a convertirse en un país euroescéptico. Por eso insiste: "...espero que todas las fuerzas ofrezcan una contribución a una Europa más solidaria e igualitaria. Europa no necesita ahora derivas nacionalistas antieuropeas, pero tampoco europeístas baratos..." 


                                        Lluís Bassets (El País)

* Europeísmo antieuropeo : Para LLuís Bassets, en su artículo "La democracia europea está viva", al analizar los resultados de las elecciones europeas del pasado 26 de mayo, "el euroescepticismo y el nacionalismo populista han conducido  a los ciudadanos a las urnas con mayor fuerza que en otras ocasiones. Queda la duda de si una presencia reforzada de este europeísmo antieuropeo  en las instituciones constituirá un revulsivo o un nuevo freno".


                                           Ignacio de Molina (La Sexta)

 

*Europeísmo poco europeizado : Para Ignacio de Molina, las elecciones al Parlamento Europeo han evolucionado poco en los últimos cuarenta años: Seguimos votando en clave nacional: En la época de González, los españoles votamos más al PSOE para las europeas, y en la etapa de Aznar al PP. Ahora, con la crisis del bipartidismo, el voto en las elecciones europeas se ha dispersado.

*Europeísmo mágico: A este grupo pertenecen, en mi opinión, aquellos políticos que esperan que Europa haga la vista gorda ante los problemas que ellos mismos generan. Por ejemplo, Martínez-Almeida, el nuevo alcalde de Madrid, pensaba que podría impunemente dar marcha atrás al plan Madrid Central. No ha sido así y Bruselas se dispone ahora a denunciar a España ante el Tribunal de Justicia de la UE.

   

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