Jose Remis Merino, escultor de lo dulce
Su fabada y su plato de huevos con chorizu, ambos elaborados con mazapán, vuelven a sorprender en cuando llegan las tradicionales fiestas navideñas
JAVIER G. CASO
Remis echa el "caldu" a les fabes. FOTO: CASO |
"Huevos fritos con patates". FOTO: J. CASO |
Fabada de mazapán. FOTO: J. CASO |
Pero si uno flipa con la fabada de mazapán, con los huevos ya ni les cuento. Parecen de verdad. Es que como si todos los ingredientes de este plato tan asturiano, acabaran de ser sacados de la sartén. De hecho hasta chorrean del chorizo unos hilillos de gelatina de manzana que simula a la perfección la grasa que suelta el embutido.
Cuenta Jose que hará treinta años que los elabora. Fue, cómo no, durante unas Navidades en las que quiso decorar el escaparate de la Confitería Merino con este plato, cuando el negocio familiar estaba ubicado en la Avenida de Covadonga, justo al lado de Banco Herrero. Con aquellos huevos con chorizo y patates de mazapán se armó un buen jaleo. Levantaron gran expectación, los clientes entraban y preguntaban por ellos. Todos querían llevárselos a casa para disfrutar de ellos como postre navideño. Y...claro. Ante tanta insistencia Fina, la abuela de Jose, quien durante tantos años vendía los pasteles y atendía el negocio junto a su hermana Carmina, como buena comerciante; lo que hizo fue vender aquel plato. Para disgusto de aquel entonces joven confitero que hoy, convertido en todo un maestro, recuerda aquella anécdota entre risas. Eran los inicios de uno de los postres navideños más originales que yo conozca. Y están hechos aquí. En Cangas de Onís. Sin ir más lejos.