Baile a Irlanda y las críticas, por @RodriguezPPedro

Vicente del Bosque, en un momento del España-Eire, dando instrucciones en la bandaVicente del Bosque, en un momento del España-Eire, dando instrucciones desde la banda (Fuente: Juan Carlos Cárdenas, EFE)

De carácter moderado y sosegado, incluso perezoso, la irreconocible estampa “alegre y olé” del tipo de semblante bonachón y escorzo bailongo de la foto escenifica la lección avanzada de fútbol propinada por la Roja a la República de Irlanda bajo la lluvia polaca de Gdansk. Un ’meneo’ que acalla la polémica del ’9′, falso o no, y recoloca a los de Del Bosque entre los cocos.

El baile español de la segunda jornada de la fase de grupos comenzó apenas iniciado el partido en el Arena Gdansk. Fernando Torres, único cambio en el once respecto al duelo frente a Italia; criticado por su escasa rentabilidad goleadora ante Buffon, como durante toda la temporada, tiró de astucia, chispa y frescura, rasgos inéditos casi desde 2010, para lanzarse a por un balón suelto al borde del área, escorarse veloz como recurso al regate y embridar un zarpazo sobre Given que adelantó a la Roja y cerró picos. 1-0, minuto 4 y el ’9′ ya tenía nombre y verdad.

El Niño, al igual que en el encuentro anterior, dio otro aire al conjunto de Del Bosque. Se movió, intimidó y arrastró a la defensa. Y la suerte del gol esta vez le dio la cara, para fortuna de España, con un doblete en el 70′ al galope, en desmarque, colocándola en el palo más complicado pero con una pausa y facilidad que no se recordaban. Con el verde raudo, además (esta vez la lluvia evitó discernir su riego), Alonso, Xavi, Silva e Iniesta, apoyados por dos incisivos en las bandas (Arbeloa -esta vez sí- y Alba), un Piqué más ‘Beckenbauer’ que de costumbre y la barrera de Busquets en el círculo central, marearon a los irlandeses y les estrujaron en su campo (66% de posesión y 26 disparos a la conclusión del partido).

El turno de Silva llegó al poco de reanudarse el baile tras el descanso. El canario danzó en una ‘losa’, la del punto de penalti, para el 2-0: con un contoneo rindió a Ledger e hipnotizó a Ward y Dunne, por cuyas piernas desfiló el cuero antes de alcanzar la red. Precioso su ‘solo’. Cesc, “el falso ’9′”, sustituto de Torres, “el ’9′”, completó la ‘coreo’ grupal a siete minutos del final con un rabioso golpeo que justificó su participación, ya sea desde el banquillo o de titular, como el pasado domingo, dio la razón al seleccionador, sea cual sea, y cerró el debate: más o menos falso, la Roja vence y convence con cualquier ’9′. Normal, aun siendo casual, ese alegre bailoteo de Vicente del Bosque en la banda.+

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