Hace poco que el 15M cumplía –cumplíamos- dos años. Dos años de lucha en muchos ámbitos, en las calles, en la oficina, en casa. Hay que contar lo que está pasando y hay que luchar contra un sistema esencialmente basado en la Injusticia. Concienciar. Y eso he estado haciendo, entre otras muchas cosas. El 15M aglutinó de todo en su momento y como movimiento que mueve los pilares, tiene mil enemigos que lo temen. Muchas personas se acercaban por primera vez a la Política –a la de las plazas-, otras llegaban desencantadas de lo que se cocía en los Partidos… Y yo empiezo a hacer el camino contrario. Sin dejar de ser lo que soy -que es 15 de Mayo corriendo por las venas- me planteo cómo encaminar una lucha en la que creo, cómo hacerla efectiva.
Poco a poco empiezo a involucrarme en la política de mi barrio y conozco personas. Personas con las que coincido en que todo esto no funciona. Personas que creen en otra manera de hacer las cosas. Y personas que pertenecen a un Partido y quieren intentar cambiarlo desde dentro, personas que me he encontrado muchas veces en las calles. El eterno debate. Y así, una cosa lleva a la otra y acudo por vez primera a un acto de Izquierda Unida. Participo en el debate de un documento sobre el Área de Mujer y acudo como invitada a la II Conferencia sobre Mujeres de Izquierda Unida Comunidad de Madrid –IUCM-.
Y se desata la tormenta. La realidad me abofetea la cara: la lucha contra el sistema es el día a día en el funcionamiento interno. Otra vez, los de arriba contra los de abajo. Me presentan a @sara_en_madrid, única candidata a la Coordinadora de Mujeres. Es joven pero tiene las ideas muy claras. Y allí me encuentro con muchas personas que no me resultan extrañas y con las que, a través de redes sociales, coincido a menudo en planteamientos. La mañana arranca con dos grupos diferenciados: por un lado el grupo permanente del Área de Mujer, compañeras que llevan 4 años trabajando por la lucha feminista (fuera y dentro). Por otro, los barones de siempre con otro grupo de mujeres que se autodenomina el de la Organización, el oficial y el único válido. Dos mesas de credenciales, dos acreditaciones distintas…. Mujeres contra Mujeres. Pero va mucho más allá, es el área más conservadora de Izquierda Unida contra el otro 49% (conocidos como Frente Amplio y Cambia IUCM) y contra todas las afiliadas que se niegan a dejar morir el Partido en el que creen.
Desconozco la burocracia de Izquierda Unida, los mil órganos que existen, pero lo que sí conozco es el documento en el que se ha basado la II Conferencia. Un documento en el que ambas partes se dotan de una serie de normas con el fin de articular el acto y poder realizar, de una manera clara y democrática, la votación de la que será la nueva coordinadora del Área. Y lo que veo es que, una de las partes ha decidido saltarse las normas. Asambleas locales de Izquierda Unida que no se inscribieron en fecha, aparecen para votar, para formar parte de la mesa y para boicotear el acto. Sí, boicotear. Ya desde el principio lo dejan claro: “Si no te acreditas en esta mesa, no vale”. Y arranca el espectáculo. Por su parte, Laura Carenas (@Laucarma) intenta, contra viento y marea, empezar la Conferencia, tras varios minutos de negociación sobre la formación de la mesa. Imposible. Gritos, micrófonos desenchufados, unas 30 mujeres sobre el escenario, enfrentamientos… Mientras, al fondo de la sala, aquellos barones que se ven satisfechos de su tutelaje. Que de vez en cuando alzan la voz y que incluso son reclamados por algunas para que, micrófono en mano, pongan orden y aclaren que la Organización es la que tiene la razón. Inverosímil.
La fortaleza de Carenas, el apoyo incondicional del resto de compañeras de la Permanente y las propias normas escritas (repito: acordadas por ambas partes) hacen efecto. Y las de las acreditaciones oficiales, la supuesta “Mayoría”, ese 51% que tanto daño creo que se hacen, se marchan. Desaparecen. Arranca, ya sí, la II Conferencia. Se presentan enmiendas al texto propuesto, se debate y se lucha. Se reconocen los errores, se empieza a escuchar que este debate tiene que salir a la calle, que la gente tiene que saber qué Izquierda Unida no es sólo lo de siempre. Va más allá de los Pérez. Los Pérez de toda la vida.
Y yo observo, incrédula todo lo que ha ocurrido. Y empiezo a pensar que estas compañeras tienen un duro trabajo por delante, sobre todo, dentro del Partido. No se lo van a poner nada fácil. Pero ellas lo saben y parece que eso sólo les da más fuerza. Tras un descanso para comer, comienza otro de los debates –teñido de actualidad tras los acontecimientos de esa misma mañana-. Se habla de la posibilidad de que el Área de Mujeres se convierta en un espacio mixto. Y en eso andamos cuando a las 16:30 de la tarde, nos enteramos de que se ha votado en algún sitio mientras la urna sigue vacía. Y que, además, ya hay coordinadora nueva.
Pese al asombro inicial se decide continuar con el horario previsto y, así, a las siete de la tarde, tal y como estaba recogido en el orden del día y acordado semanas antes, arranca la votación.
Sin embargo, la "nueva coordinadora" ya agradece en Twitter los apoyos recibidos mientras en la Conferencia se recuentan las papeletas
Lógicamente al haberse producido una única candidatura en tiempo y forma, es Sara (@sara_en_madrid) quien resulta elegida con unanimidad de los 45 votos.
Tras lo vivido ayer he llegado a una conclusión. No dudo que ésta pueda no ser la mejor, pero tras dos años luchando desde fuera voy a probar a hacerlo desde dentro. Quiero creer en la posibilidad de un cambio dentro de un partido como Izquierda Unida, donde muchos de sus afiliados y afiliadas me han acompañado este tiempo. Quiero pensar que sí se puede y que participar en movimientos sociales que piden un cambio en el sistema no es excluyente con intentar cambiar ese mismo sistema desde dentro. Quién sabe….
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